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El Desierto Proteo

Narrativa Cuentos
Cant. Páginas Tamaño Tipo Papel Encuadernación
170 21x14 Obra 80 grs. Binder
Resumen

Alejandro Alenever es la persona que, sin saber cómo, va a parar al desierto y allí es testigo de las historias que en este libro se compilan. En su errante andar por el desolado terreno, se encuentra con un extraño personaje que aparece y desaparece de la trama, aclarando algunas dudas que sólo desatan más incertidumbre.<p/> Cuando el protagonista se pregunta "¿Dónde estoy?", este personaje aparece de la nada y contesta: "Estás en el desierto. Éste es un lugar sin tiempo, o mejor dicho, aquí el tiempo transcurre de otra manera. El pasado no se va del todo. A veces retorna y puede volverse presente o porvenir (...) Mira a tu alrededor y dime si el tiempo no transcurre de manera diferente aquí (...) Ten cuidado con el viento. Cada vez que el viento sopla, el camino cambia"<p/> Y cada vez que el viento sopla, el desierto cambia y una nueva historia acontece. Entonces, el inhóspito escenario se llena de imágenes y las historias hablan: hablan acerca de la creación, del amor, de la muerte, del misterio del sueño, de crepúsculos interminables, de lentos amaneceres que parecen el primero, de tenues luces que atraviesan espesas tinieblas, del silencio absoluto, de los sonidos, las voces y las imágenes que surgen de sus profundidades, de huellas que conducen a un pasado que se transforma en presente... Con todos esos sucesos se cruza Alejandro Alenever cada vez que el viento sopla y una nueva metamorfosis opera sobre el desierto proteo.

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Diego Casco nació el 6 de noviembre de 1978 en Buenos Aires, Argentina. Es un hombre sensible, amante de la soledad y el silencio; y también de la música, el buen vino y las buenas compañías. Posee esa rebeldía innata que suelen tener los hombres sensibles. Esto hace que tenga serios problemas de adaptación dentro e un sistema que no lo seduce. Por eso, por sensibilidad, por rebeldía, por vagancia y por no hacerle caso a su madre y no estudiar cuando ella le decía, se vio obligado a realizar tareas tan disímiles como la de pulir pisos de madera, ser ayudante de cocina, operario de lavaderos industriales y ayudante de albañil, tarea a la que se dedica en este momento, y que alterna cursando la carrera de letras (carrera por la que va caminando parsimoniosamente). Actualmente reside en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora, Buenos Aires, en donde vive, respira, intenta escribir y también sueña... sueña con los ojos abiertos.

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