Hay momentos breves en la vida que nos definen para siempre. Esos que quedan impregnados en la memoria por su altísimo contenido emocional. Situaciones extremas, mágicas que nos sacan lágrimas sonriendo. Esas historias que solo las saben pocos pero que las entienden todos. Pequeñas piezas de un rompecabezas imposible, hecho a ciegas que construyen nuestra verdadera esencia.