Ella era un ángel, su esencia lo hacía llorar. Su alma brillaba en la luz y la del él en la oscuridad.
Él era un demonio destinado a ser el mejor marqués infernal.
Sus caminos se cruzaron y sus miradas se encontraron.
¿Creer en un demonio que la estaba cuidando?
¿Acaso podría ser real?
Ella creía en el amor y el solo creía en ella
“Serafine estaba sentado en su cornisa, con su tapado negro esperando que Adela llegase. El cigarrillo suavemente posado entre sus dedos y su mínima luz destacaba las uñas negras de sus hermosas manos; a veces la maldad sacaba a relucir su verdadera imagen, su verdadera belleza. Estaba decidido a matar hoy mismo…”
“Esa noche el cementerio parecía un jardín colorido por los bellos plumajes .La paz y armonía que los ángeles transmitían hacían que aquel momento sea tan especial como un paraíso, similar a su propio cielo”