Caminan por las calles, despiertos y atentos a todos los detalles y señales que el universo les manda. Siguen siempre caminos con corazón. Aún falta mucho por aprender y rutas para recorrer.
No buscan nada al final del viaje, simplemente hacen que la felicidad y la libertad sean parte constante de su camino. <p/>
No se toman la vida con demasiadas preocupaciones. Hacen amigos nuevos, hablan con desconocidos, ríen, bailan. Se emocionan, lloran. Hacen locuras por amor, amor a la vida, amor a sus pasos. Tienen miedo antes de empezar un nuevo camino, pero paso tras paso toman el coraje. El coraje es la llave de su libertad.<p/>